octubre 29, 2014

Tregua de naranja

Hoy llegaste a visitarme sin falta, como un reloj suizo, llegaste suplicando ayuda y usaste las artimañas de vendedor barato buscando la manera mas viable de venderme algo que no necesitaba... quizá algo que quería pero que no podía pagar.

Es verdad que me despiertas algo, no lo sé a ciencia cierta, hay un click de confianza, un algo festivo, pero sin duda una gran barrera, para mi, un algo que me impide dar rienda suelta a lo que provocas.

 Es cierto que no me eres indiferente, pero quiero mantener la claridad y el afán de estar en paz conmigo y con el mundo que me rodea, claro que eso no implica hacerme notar je je, me gusta que me mires, que seas divertido y que me digas cosas lindas, hasta que me obsequies chocolates, si, hoy rechacé una caja completa de ellos, no por ser grosera, sino porque si la aceptaba sentía el compromiso de algo mas, y  a pesar de que me aclaraste que era un detalle, así lo percibí, no voy a negar que  me encantó y que por un momento dudé.

Al final terminamos en una tregua de naranja sin importar nada mas, con ansiedad esperaré la siguiente visita, y sin duda tu intentarás llevar a cabo lo que te hice recordar: "En la guerra y en el amor todo se vale", seguiré firme en mi afán y mantendré las cosas claras, aunque no sepa el futuro, disfrutaré cada momento y sonreiré.

Te fuiste cuando llego el señor Aurelio, fue un momento extraño, ya que cuando te habías ido, él me dijo: " Señorita, ese Chico me gusta para usted, es como su tipo ademas de buena onda" ... yo no dije nada, solo sonreí y le cambie el tema, al final nada es certero... 

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